domingo, 7 de mayo de 2017

Parque de la Quinta de la Fuente del Berro

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PARQUE DE LA QUINTA DE LA FUENTE DEL BERRO

 El Parque de la Quinta de la Fuente del Berro es un parque público de Madrid, y ocupa los terrenos de lo que fue la Quinta de Miraflores, encargado por el rey Felipe IV como un nuevo Real Sitio.
 El origen del parque está en una finca situada junto al arroyo Abroñigal, del que se tiene constancia desde el siglo XVII.
 Bernardino Fernández de Velasco, duque de Frías y conde de Haro, compró diversas tierras con el fin de formar una Quinta que se llamaría de Miraflores, de Frías o Huerta del Condestable.
 En 1630, el rey Felipe IV adquirió la mencionada finca que contenía una casa con jardines, huertas, tierra de labor, viñas y frondosos arboles con gran cantidad de arboles frutales, cipreses, álamos, moreras, que gracias al arroyo, las fuentes y estanques del parque, se aprovechaba para el riego de la quinta.
 La finca fue cedida a unos monjes benedictinos castellanos expulsados del monasterio de Montserrat por motivo del levantamiento contra el poder Real.
 En 1703 fue comprado por María Trimiño de Coronado, quién realizó mejoras en las conducciones de agua y de riego fundamentalmente para regar la huertas.
 Un tiempo después pasó a manos a la Obra Pía de los Padres Mercedarios Calzados.
 El rey Carlos III mandó proteger la fuente del Berro con una casilla y pasó a denominarse fuente del Rey, y el agua de esta fuente fue considerada por la familia real española desde los Austrias, como una de las mejores aguas de Madrid.
 Martín Estenoz adquiere la finca en 1800, salvo la casa u la fuente del Rey, y comenzó a tapiar la finca.
 A finales del siglo XIX sufre una transformación radical para convertirse en un parque de recreo denominado los Nuevos Campos Elíseos, siendo abierto en 1900, situado entre las Calles Goya y Jorge Juan. constituyendo lo que hoy se consideraría un parque de atracciones, con un mirador, una montaña rusa, caballitos, un velódromo y una sala de tiro al blanco, y numerosa cosas más.
 A partir de ahí pasó por diversas manos hasta que en 1948 fue adquirido por el Ayuntamiento de Madrid siendo alcalde el conde Mayalde.
 En 1941 fue declarado Jardín Histórico Artístico y comenzaron las obras de acondicionamiento y restauración del jardín y palacete para convertirlo en el jardín actual.
 Lo más destacado es la entrada por la calle D´Almonte,, que es una tapia de ladrillos, también hay una gran variedad de arboles, escaleras rusticas, un monumento a Bécquer, la estatua al escritor Ruso Pushkin, y más lugares donde disfrutar de un buen parque de Madrid.



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